Conocí a Tamara Kreisler hace ya 9 años, empezaba ella con la Fundación Theodora en España, payasos para nuestros niños hospitalizados. Jovencísima entonces, sigue jovencísima hoy, comenzaba en solitario la tarea de montar la Fundación, que reúne en la actualidad a un equipo de nueve personas mas 26 "Doctores sonrisa" que trabajan en 20 hospitales en España.
He tenido la suerte de poder compartir ayer con 3 de los citados doctores una tarde en el Hospital Niño Jesús, vamos a ver si Dios quiere e internamente aceptan el proyecto de colaboración que les he planteado y puedo seguir con ellos durante los próximos meses.
Los Doctores Sonrisa son artistas.
Uno podría pensar que payasos, sí, pero un payaso es un artista, esto vaya por delante. Cada uno es diferente, cada uno tiene una personalidad. Pero sobre todo, como artistas, son gente a la escucha, sensibles, adaptables a lo que hay, no al revés. Un artista escucha antes, y siempre.
Ayer estuve con la Doctora Zepi, con la Doctora Dora que te adora y con la Doctora Muela Partida.
Cada Doctor Sonrisa ha tenido con la Fundación un año de formación, y luego una formación continua, cuidadísima. Y se nota, mucho.
Esto no va de ponerse una nariz y ya, no. Esto es otra cosa, porque un niño es siempre un niño, pero un niño enfermo, hospitalizado, requiere además un trabajo muy personal, fino, sensible, adaptado, mil cosas más.
Ya sentía un profundo respeto por los payasos, ahora siento mucho más, los veo con otro prisma.
Si el trabajo de un payaso, de un artista, tiene siempre algo de artesanía, nada se repite, el de los Doctores Sonrisa es casi como la alta costura, así lo veo.
Cada visita a cada niño enfermo parte, como me explico la Doctora Dora, de lo que hay, de lo que ese niño en esa habitación quiere, necesita, donde él está, desde la transparencia, no se puede ir con nada previo.
No se trata de arrancar una risa siempre, sería muy gratificante -y para el ego del artista más- pero no va por ahí las visitas de los Doctores Sonrisa.
Hay veces que es una sonrisa, otras un simple time out, diez minutos que el niño se olvida, que la familia se relaja. Y no hay más, ni menos. Estoy impresionada.
Lo vi ayer, me encantó. Me emocionó, me hizo pensar mucho. A veces con lo que hay, y no hay que empeñarse en nada, nunca, sólo jugar, escuchar el ambiente, el latir del otro, y ya.
Me quedé impresionada de las horas que compartí con ellos. Qué finura de trabajo. No es lo mismo, para nada, el trabajo de un payaso con una audiencia de varios, que esa visita niño a niño, personal, en cada habitación, adaptándose al momento, "bailando" en el momento diríamos en coaching. Estoy impresionada de la sensibilidad de estos doctores, y del buen hacer de la Fundación
Dora era la doctora como amorosa, siempre hablando del amor, con un gallo de plástico en el bolsillo entre otros muchos artilugios. Zepi iba con una flauta y hasta cantamos una jota con ella, y Muela Partida hacía juegos de magia potagia, de repente 3 conejitos donde sólo había uno. Cada uno con una bata preciosa, con su nombre, batas que se hacen a mano, tienen que durar, pasan por el tinte de cada vez.
Trabajo de artistas cuidadísimos por la Fundación, todos tienen que mantener un trabajo fuera para seguir creciendo y aportando, también por un tema, asumo, de equilibrio emocional. No pueden hacer, creo, más de 6 visitas al mes dentro de su trabajo con la Fundación.
La risa les hace fuertes, siempre.
Su risa nos hace fuertes.
Yo sé que con este trabajo voy a hacerme más fuerte de verdad, a aprender mucho.
Es un honor trabajar con vosotros, espero que todo esto siga adelante, Tamara, Patricia, Eva, Ana, Leticia y todo el equipo.
Es un honor haber conocido a los Doctores Sonrisa, ahora podré hacer mejor mi trabajo, si Dios quiere, con vosotros.
PS: Dios tiene algo de Doctor Sonrisa, no sé, me da por ahí hoy. Un beso a todos.
En este país de payasos, reconforta descubri (que nos descubran) a gente seria, que hace bien su trabajo, que cree en su trabajo.
ResponderEliminarGracias por contarlo, Aurora.
ResponderEliminarPayasos profesionales, artistas que escuchan.
Bien por ellos y por la idea.
Y bien por las risas que hacen fuertes a los niños.
Enhorabuena, Aurora! Nada como una historia bien humorada (con perro incluido) para diluir frentes ortodoxas. Uff! :-)
ResponderEliminarEl vídeo termina con un : "colabora". ¿Sabes cómo se puede colaborar o a través de quién?
ResponderEliminarAdmirable la labor que hace esta gente... No me extraña que sólo puedan hacer 5 o 6 visitas mensuales porque es un trabajo muy duro, aunque supongo que muy enriquecedor. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarUna vez mi sobrina Luna estuvo hospitalizada y venían de cuando en cuando a hacerle una visita. Siempre intentaba ir a verla cuando sabía que iban a estar allí, aunque a veces me daba la vena sensiblona y no podía evitar emocionarme. Me encantaban. Transmitían, como tú dices, una alegría inmensa.
ResponderEliminarTienes mucha suerte si vas a poder trabajar con ellos.
Un beso muy fuerte.
Del Parque al Hospital, estás que no vives.
ResponderEliminarBuena obra, y buena iniciativa.
Aurora, un abrazo.
¿Cómo va eso?
Menos mal que uno se encuentra estas historias; uno comprueba que esta vida sigue valiendo la pena.
ResponderEliminarPepa, sí, hay gente profesional en todas partes, en muchas, y de gusto conocerles.
ResponderEliminarGracias, Lolo, creo a veces que es más cuestión de escuchar que de decir, no sé.
Mafalda, o diluyo en humor el mucho trabajo que tengo o muero en el intento. Gracias por pasarte y comentar.
Sunsi, en su página web te dicen cómo, creo. Ya hablamos tú y yo. Un beso, guapa.
Cada visita hospitalaría ven a un promedio de 16 niños cada uno, más o menos, creo, y sí, emocionalmente puede ser duro aunque también muy gratificante, de todo. En cualquier caso ese limitar las visitas tiene su razón también en que los payasos tienen que crecer fuera y no depender de la Fundación, está todo muy bien pensado. todo.
Mirna, me alegro, ya sé que están en Sevilla y Málaga, lo sé. Y sí, sé que tengo mucha suerte y estoy muy agradecida por ello. Yo, que soy muy emocionable, hice la visita bien y pude entrar en el juego un par de veces (era la madre de la Doctora Muela Partida). En fin, voy a crecer con esto, espero ;-) Un beso y espero que te llegue esto hoy (lo mandé antes de ayer)
Javier, pues encima tuve que trabajar ayer, fiesta en Madrid, en un pueblo en Cuenca, 6 horas en total conduciendo y 5 horas de trabajo, pero no me quejo. Y eso -esto y aquello- va bien, la nave va, que dirían... Un abrazo.
Modestino, esto y muchas más cosas hacen que la vida valga la pena, pero mucho. De todo y variado, hasta parte de lo "malo" hace que la vida valga la pena. Un abrazo
Gracias a todos por leer, venir, comentar, en fin, por estar, de verdad.
Aurora
Que gran labor hace esta fundación y es admirable el trabajo de los doctores sonrisa, creo que esta gente tiene un don especial, el don de hacer que la gente se sienta bien, feliz por unos instantes.
ResponderEliminarEspero que el proyecto que les has presentado siga adelante y puedas disfrutar de la compañía de estas personas y seguir aprendiendo con ellos, tiene que ser muy confortable y enriquecedor.
La historia contada me ha recordado a la peli “Patch Adams”, que interpretaba Robin Williams y que me encantó: ahí se reflejaba como una sonrisa puede aliviar el dolor, cómo un médico puede curar escuchando y acercándose a la gente.
Besin
http://www.youtube.com/watch?v=CALLgtSeOjU&feature=channel_page
ResponderEliminarCuando ves a un niño sonreir en el hospital...
... sabes de que color es el cielo.
Gracias, Raquel, ya hablamos.
ResponderEliminarGracias, Ana, me acordé de ti en el hospital, joé qué gratificante pero también qué duro trabajar en algunas plantas, y qué equilibrio tan ... no sé... tenéis que tener de implicaros... pero no demasiado ;-) Un abrazo, hermosa, a ver si hablamos. y gracias siempre por venir