En mitad de esta primavera anticipada que ya se nos acaba has venido, Paula.
Ojos muy abiertos desde el principio. Tu padre, como si fueras el Rey León, te sacó ante los que esperaban fuera, risas.
Todo recién nacido es un heredero y, si no la selva, algo muy importante es tuyo ya.
Recibo un sms con tu foto en mitad de lo que nada importa, intensa tarde de trabajo, llego tarde, llego tarde, llego tarde, corriendo, como la liebre de Alicia.
Y en éstas eres tú la que vienes sin prisas, que es el modo de llegar a tiempo, ya podíamos aprender.
Rompo a llorar al llamar a tu madre. Una horita corta ha tenido, con lo mucho que le has costado, Paula, el final, que es otro principio, lo ha tenido fácil.
Todo niño es un milagro, una desmesura total que rebasa la biología y nuestra torpe medida de las cosas y hasta del amor. La sensación es de reverencia, aunque no sabes muy bien ante quién arrodillarte y a quién rendir pleitesia.
En la duda siempre rezar dando gracias aunque sea moqueando.
Bienvenida, Paula, sol, heredera.
Guapa, guapa.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Observar sus ojos... en ellos aún está el rastro de lo eterno, de lo infinito.
ResponderEliminarPreciosa!!!
Todo niño es un milagro,ya lo creo,... y toda mujer como tú, también. Para milagro, seguir siendo algo que merece la pena, cuando ya tenemos culpa y mérito.
ResponderEliminarSaludos, Aurora.
Qué bonito es dar la bienvenida a una personita nueva.
A la altura del milagro de Paula está tu comentario, Aurora, también milagroso de puro bello.
ResponderEliminarEnhorabuena a todos los que os alegráis con Paula.
Bonica.
ResponderEliminarBonica.
Bonica.
...
Intentaré cuento para Paula.
...
Bonica.
Bonica.
Bonica.
la luz se asomó
ResponderEliminarsin querer querer
sin que la intuición le avisara
y la luz dejó su travesía
rápida y distraida
eterna
tropezando
iluminando
coloreando
y se paró
asombrada
y acampó
en los enormes ojos de Paula
y ahí, rigurosamente ahí, en ese mirar
se quedó a vivir
la luz
en los enormes ojos de Paula
Paula, tu vida es la respuesta a tanta muerte, aunque hay gente que piensa que no merece la pena seguir trayendo niños a este valle de lágrimas…
ResponderEliminarYa ves el mundo que te estamos dejando. No sé si sería demasiado pedirte que algún día nos ayudes a cambiarlo.
¡Lo vas a pasar muyyyyyyyyy bien!
Sí, Pepa, y su mamá también lo es.
ResponderEliminarPero ¿no es raro esos ojos tan abiertos, Ana? Yo siempre he visto a los recién nacidos con los ojos cerrados y esta mico ¡mira como mira a cámara!
ResponderEliminarGracias, Olga, por lo que me dices tan bonito, uf, he engordado los kilos que me faltan de golpe del gusto que me ha dado ;-), eres mejor que un cocido...
ResponderEliminarLe ha costado mucho a su madre traerla, mucho, Olga.
Lo mismo que a Olga te digo, lo tuyo ha sido como cada vez que pongo unto al cocido, pero ya estoy en peso, gracias Suso.
ResponderEliminarTe mandaré la segunda parte de tu "clasificación" de besos, ni me di cuenta de que sólo salían los primeros, qué despiste el mío.
Jo, Toi, se lo voy a pasar a sus padres para que entre baba y baba que se les cae... puedan leerlo.
ResponderEliminarNo sé si podrán, eso sí te digo...
Un abrazo
Aurora
Y no sabes cómo, Suso, no sabes qué respuesta ha sido Paula.
ResponderEliminarTambién se lo diré a sus padres, gracias, Balú.
Aurora
UN PEZ LLAMADO PAULA
ResponderEliminarÉrase una vez un pez llamado Paula.
Ésta es la historia del modo de aparecer, en el invierno del año noveno, después del segundo milenio.
En un principio fue el magma de los volcanes.
Después ocurrió que la Tierra se abrió, surgiendo de sus entrañas una enorme medusa de tejido intemporal.
Por fin fue lanzada al GRAN OCEANO, donde practicastes con tu cola los primeros movimientos náuticos.
En el seno del OCÉANO todo estaba en silencio.
Bajo las profundidades, muy al fondo, latía un acompasado vaivén.
La pequeña flota entre dos aguas.
La GRAN BALLENA la guía, desplazándola en su estela.
Vivía en un océano que se lamaba MAMÁ.
Durante un tiempo fue alimentándose de plancton y de nutrientes marinos de muy diversos tipos. Creció y creció, en la paz del vientre acuoso,en el silencio brumoso.
Convertías el Mar en un torrente, y al cielo en la ventisca, y a la tierra en una sombra.
No te extrañe que me quedara absorto al verte. Aquella pesca merece ser narrada.
Érase una barca con varios pescadores de batas blancas. Fueron tus padres a recibirte desde el embarcadero, de puntillas, sin saber por dónde amanecía.
Y fue.Y amaneció. Aunque el Sol no hacía mucho que enfadado de no verte, se acostó.
Y la Luna sí, ella había ganado la primera partida, tu pesca nocturna.
Y ellos, los pescadores y las pescadoras, tus primeros amigos.
Y ellos, tus padres.
Y él, EL MAR, bramaba la pena de perderte.
Y ella, LA BRISA, cantaba la alegría de encontrarte.
TU, empezando a sentirte, ya no era un pececillo; ahora eras una gaviota en el aire.
Pero esa es otra historia y te la contaré otro día.
Ahora descansa. Recupérate para mañana. Tienes que secar tus alas.
Mañana toca volar.
Atentamente. Driver.
Driver, me dice su padre que el pez no está dando lata alguna, ahora está comiendo... así que no he podido hablar con Natalia, su madre.
ResponderEliminarGracias por el cuento, les va a gustar, un abrazo, amigo.
Aurora
Qué post más bonito, Máster... optimista, rebosa vida como Paula. Un post de esperanza, como Paula. Un post tierno que dan ganas de acunarlo, como a Paula.
ResponderEliminarBesos, amiga
Sin palabras me has dejado, Aurora, una vez más :-)Gracias por este precioso post para Paula en cuyo camino de llegada me has acompañado tanto. Totalmente de acuerdo con los "tertulianos" en que tú también eres un pequeño milagro: el de las personas nobles que conservan la pureza que ahora Paula nos regala desde sus ojos nuevos y limpios. Gracias por tanto apoyo, gracias por tu amistad y gracias por regalarnos el tesoro de tus palabras.
ResponderEliminarY gracias a todos por vuestros comentarios. Alberto y yo estamos llorando como Paula cuando tiene hambre al leeros :-) Nos habéis emocionado y nos habéis llegado al alma. Gracias especialmente a Toi y Driver por vuestras poesías/cuentos; sin perjuicio de vuestos derechos de autor, los vamos a imprimir para cuando ella pueda leerlos.
Para entonces seguro que Paula habrá descubierto muchas cosas nuevas y entre ellas, espero, la existencia de gente tan sensible y con tanto que aportar como vosotros.
Mil gracias a la autora y a todos por esta llantina tan gratificante y dulce.
Se me ha quedado prendado el “caballero” de Paula y de tu entrada. Y, como ya sabes cómo es, me ha enviado unas soleares para esa pequeña maravilla, glosando tu entrada. De su parte:
ResponderEliminarDicen que ya no hay milagros,
y tú, Paula, eres de ésos
que suceden a diario.
Dicen que no hay maravilla,
ni prodigio, ni portento
en los mimbres de la vida.
Dicen que ya no hay grandeza,
sino aburridas hazañas
de aburridísimas ciencias…
¡Qué decires tan mal dichos,
con lo fácil que es rezar
mirando a un recién nacido!
Enhorabuena a los padres, felicidades a ti y un besico a Paula
Gracias, Sunsi, ya sabes que la esperanza es lo último que se debe perder ;-)
ResponderEliminarUn beso, guapa
Aurora
Natalia, es que estás con las hormonas en revolución, si no tú no lloras ;-).
ResponderEliminarDile Alberto que se vaya preparando para cuando un tío con un piercing y una tabla de surf se la lleve, que vaya entrenándose desde ya que luego los padres lo pasan fatal...
Que no, que es broma, para entonces ya no se llevarán los piercings, los modernos llevarán sombrero y darán los buenos días...
Antonio, me encantan los caballeros, pero este tuyo más, ya lo sabes. Que se quede prendado es todo un halago, pero es que Paula es muy rica.
ResponderEliminarUn beso y un abrazo
Aurora
Paula tiene una mirada optimista .... y mucho pelo.
ResponderEliminarA mí también me entran lloreras en estas ocasiones, y tengo que hacer virguerías para disimularlo.
Jo!! Sniff, sniff!
ResponderEliminarHe llegado a este blog de casualidad y me he quedado enganchada y, después de leer los comentarios y textos tan maravillosos y tiernos, no he podido dejar de conectarme para haceros este comentario. A la mayoría no os conozco, aunque sí a Aurora y muy bien a los papás del milagro, pero he querido hacer una reverencia a tanto amor y cariño, claro que los padres no merecían menos y mucho más el fruto de su unión, Paula.
Felicidades por este milagro, tan sorprendente y mágico. Y muchos, muchos achuchones a esos MAGOS que lo han hecho posible después de tanto esfuerzo.
Paula, preciosa, eres un milagro en tí misma, y milagroso es también todo el amor que estás generando desde que llegaste a este mundo. Un buen comienzo para un cambio de vida ¿verdad?.
Aunque suene un poco cursi, después de leer todos los comentarios y echarme unas lagrimitas se me ha hablandado el corazón y así me ha salido.
Besos a todos, en especial a los papis y la bebita y dosis extra para mi mamá preferida, Nata. Luchadora y superándose cada día, aunque ella no siempre es consciente.
Si yo fuera Paula estaría deseando crecer para poder echarme unas buenas charlas profundas con mi madre Natalia y disfrutar con ella de los placeres de la vida.
Besazos y corto el rollo ya.
Sara
Sara, amiga de amiga, ergo amiga...
ResponderEliminarGracias por venir y comentar..
A ver si nos vemos e "intercambiamos" experiencias sobre la vida rural, que de eso tú sabes un rato. Por Dios, Sara, duro es esto a veces ¿eh? aunque me guste, me mudé en el peor mes -noviembre- de uno de los peores años que recuerdan los más viejos del lugar, hoy sigue nevando uffff
Un abrazo