Cuando volví al pub tras mi primera visita, Andres, tipo listo y que sabe del negocio, me llamó por mi nombre y me presentó a Silvia, su mujer.
Siempre es agradable que te llamen por tu nombre, que lo recuerden. También que te presenten ya como una habitual cuando sólo has ido una vez.
Silvia es de estas mujeres que mantiene un tono moreno en mitad del invierno. Pelo largo, siempre arreglada pero informal, como diría Martirio, lengua rápida. El primer día que la vi se suponía que salía de la gripe, pues como si no: perfecta, a pesar de su tristeza y el fiebrón. Se les acababa de morir una perra. Como sé lo que es, entendí que se le saltaran las lágrimas.
Hablamos un rato. Creo que nos caímos bien desde el principio. Aunque es su marido quien hace una de las mejores tortillas de patatas que he probado: nada de mazacote, con moco, blandita. Se lo agradezco mucho porque siempre que bebo, necesito comer. No hay que dar muchas vueltas cuando hay una excelente tortilla española, la verdad.
Con Silvia pude averiguar si hay librería o no por aquí, si se puede hacer pilates, dónde compra la carne, en fin, cosas interesantes para "asentarse" aquí.
El día que la conocí, no sirvió tras la barra. En teoría no venía a trabajar, así que, ingenua, pensé que Andrés era el alma del pub. Qué error. En otras visitas he visto quién corta el bacalo en cuanto a gracia sandunguera con los clientes: ella, naturalmente. Lista, rápida y graciosa, es una atracción verla tras la barra, saludando y hablando con todos, tomando el pelo al personal masculino en cuanto puede.
Silvia y Andrés llevan ya año y medio con el negocio, aunque unos nueve viviendo por la zona. Él dejó su trabajo en una multinacional. Es una historia que se repite por aquí con ciertas variaciones. Se nota que han puesto mucho cuidado en la decoración, tan calida y bonita, que lo que dan de comer está bien pensado, en fin, que intentan hacer las cosas con cariño.
Trabajan mucho los dos porque en un pub hay que estar siempre encima por mucho que te ayuden. En estos 18 meses no se han podido tomar vacaciones, apenas un día o dos sueltos. No sé yo si el cambio de la multinacional al negocio propio habrá sido para mejor, la verdad.
Y luego, lo que ellos llaman el "filtrado". "Da igual como vistas, qué seas o qué hagas, aquí todo el mundo es igual. Pero hay que pedir un mínimo de educación, y eso nos ha costado muchos disgustos. El primer día que abrimos el pub me incliné a servir la primera copa y oí decir a un tipo: vaya tetas, esta tía tiene un revolcón. No le acabé de servir la copa y le eché fuera del pub. Si me hubiera hecho la sorda el segundo día me toca el culo".
Verdaderamente qué personal hay por el mundo y lo que la gente de hostelería tiene que aguantar a veces. Silvia era la dueña y pudo echarle, desde entonces ni con ella ni con una camarera se atreve nadie a decir la más mínima groseria.
Me siento protegida por Silvia y Andrés, acogida por ellos. Sé que es su negocio y que logicamente "tienen" que tratar bien a los clientes. Pero han tenido detalles que no tienen por qué, se lo agradezco mucho. Como me siga fallando la caldera, me voy con el portatil y trabajo desde el Artesanado, que además tienen todos los periódicos, gran cosa.
Este sábado por la noche no iré al pub. Pero lo visitaré por la mañana. Hace muchos días que no voy y ya les echo de menos. En la casa de la cultura de Navacerrada hay un concierto que organiza La Discreta en memoria de la poetisa puertorriqueña Julia de Burgos, publican creo que un libro suyo. Así que he decidido seguir mis pasos de antropóloga observadora de usos y costumbres de la Cuenca Alta del Manzanares hacia lugar un poco más al norte, no circunscribirme a un solo poblado como Cerceda y el Artesanado. Me gusta explorar sitios nuevos.
Según mi hermano Juan, que fue quien me aviso y con quien iré, los músicos son geniales, tipo Krahe o así. Estoy contenta, mi hermano ha vuelto a tocar la guitarra, lo hacía muy bien. Somos demasiado mayores para no tener nuevas aficiones y recuperar algunas antiguas.
Más frío que en mi casa no voy a pasar, creo. Espero. Lo espero, por favor. San Saunier Duval, ven, no tardes.
Buenas noticias: se va a construir un colegio o un instituto (todavía no lo se)en el Boalo.
ResponderEliminarMis chicos y yo vamos a muerte a por él.
Es un concurso público.
Si lo ganamos, espero que nos podamos ver más a menudo.
Tengo a Driver contratado para que le haga los portes a la empresa.
Estamos luchando como jabatos para obtener ese trabajo.
La escusa perfecta para ver más a menudo a Olimpia.
Abandonaíta la tengo.
A mi reina.
a ver si lo conseguis,Diego, creo que sé cuál es el colegio y dónde está (en la carretera de Manzaneres a Cerceda).
ResponderEliminar¡Gracias por pasarte por aquí y haz el favor de dormir algo, que tienes unos horarios!
qué hermosa manera de escribir, de todo y de nada.
ResponderEliminar¿hay manera de saber más de ese piano que suena? ¿banda sonora de entre copas?
Dos cosillas, hedbanna:
ResponderEliminar1) Las mejores tortillas, las de mi "Luí" ----------
2) Cambia la caldera antes de quedarte pajarito, salvo que sea pura coquetería (con eso de que el frio conserva, je, je)
Con Dios.......
Gracias, Toi, eres muy amable. Pero escribo demasiado largo, y demasiado frecuente, creo que no estoy en la ortodoxia bloguera ni por asomo.
ResponderEliminarY efectivamente, es la BSO de Entre copas, gran película.
Sol al fin aquí, Dios es grande.
"De todo y de nada", dice Toi. Leer al que escribe de todo y de nada es parecido, creo, a estar tumbado en una hamaca, tomando el sol con un refresco y contemplar lo que sucede a tu alrededor ... nada en especial y especial porque sucede. Es un gusto, de veras. Es relajante, placentero...
ResponderEliminar¿Qué es la ortodoxia bloguera? No existe, Máster. Hay tantos tipos de blogs como personas que los escriben, ¿recuerdas?... Y ése es el encanto.
Besos. Y lo que dice Pepa ... no te congeles, por favor.
Qué buena noticia, Diego.
Felicidades Sunsi.
ResponderEliminarNo me enfriaré, pero ya solo me falta ataque de aborígenes.
Eso sí, me pongo a pensar en plan optimista y me veo como Diane Keaton en Baby tu vales mucho con esa casa que no daba más que problemas, un invierno horroroso ... pero al final conoce a Sam Shepard ;-) Mira tú que...