Intuición de madre. Sabes qué han hecho tus hijos. Si les pasó algo. Tengo una amiga que sabía cuándo tenía que irse a la cama más tarde porque su hija, de contarle algo, lo haría a partir de las 12. Se lo notaba a eso de la hora de comer. Y esperaba el momento pacientemente, se ponía a tiro. A veces las madres no quieren escuchar su intuición de madre. La bloquean, mejor no saber. O hacer como que no se sabe.
Intuición de mujer. Sabes si el tío ha estado con otra o está a puntito de algo. Otra cosa es que no quieras enterarte o te resistas a ello. Pero si como novia lo sabes -y lo sabes siempre- no te digo como mujer que convives. Claro está que a veces es muy triste saber ciertas cosas. "Miénteme, dime que me quieres". Comprensible.
Intuición de mujer a mujer. Descuelgas el teléfono y por las 2 primeras palabras de saludo ya sabes si tu amiga o tu prima están con problemas. Agarras la silla para sentarte o la dejas de lado, porque sabes ya si serán 2 horas o 2 minutos.
Pero más allá de no seguir la intuición porque nuestros propios deseos la tapan o porque preferimos no saber, hay otra razón fundamental por la que el instinto femenino está hoy muy devaluado. Mucho.
Hemos sido demasiado domesticadas y hay que dejarnos más a nuestro aire. Además, en la sociedad actual hay un conjunto de amenazas constantes. A cierto racionalismo (que no voy a dedicarle nada, porque soy lega en racionalismo como es evidente) se le suman las revistas femeninas que son todo menos intuición. Son estilización en estado puro: justo lo contrario a la intuición que nos dice precisamente lo que algunas cosas y las personas somos de verdad, sin pretensiones. A pelo.
Si una mujer quiere seguir su intuición, recuperarla incluso, no hay que leer revistas femeninas ni ver a Ana Rosa Quintana. Rebajan mucho nuestra intuición innata, la lían. Tienen muchas teorías, mucho chat-chat-chat y poco instinto. Tan refinadas, tanto glamour, tanta tontería, que se nos olvida lo que sabemos y viene en nosotras de fábrica. En todas. Intuición.
Si lo seguimos, muchas cosas importantes saldrían mejor.
Cerrar los ojos para ver mejor.
Los oídos también.
Tras las palabras está la realidad que no se puede explicar.
Dejar de lado tus deseos, todavía más mentirosos, son lo que querrías que fuera, no lo que es.
Esa punzada en la tripa y en el corazón te dice el paralelo y meridiano de un alma, la geografía donde te mueves, antes y mejor.
PD: ¿alguien ha visto algo más siniestro que el anuncio de Quizás, Quizás, el perfume de Loewe ... ni más ridículo? ¿Algún tío va a presentar quejas al Ministerio de Igualdad? Joé, sale una mujer como muñeco que le dan cuerda y se arma la de San Quintín.
Master, puñetera, no corras tanto, joé, que sacas uno y otro sin parar y aqui a seguir el ritmo.
ResponderEliminarDos cosas: me molesta un poco la atribucion general que se hace la "femineidad" de la intuicion. Creo que eso, como casi todo, cada vez es menos patrimonio de uno u otro sexo. Ya sé, ya, habria mucho que decir y que matizar, pero sobre eso esta todo dicho.
Dicho esto, yo, que creo ser muy intuitivo para muchas cosas (sin pretension para nada de petarmela por ello, no veo motivos)estoy muy interesado por una de las dimensiones menos "esotéricas" de la intuicion.
Es la de su validez a la hora de tomar decisiones, y de eso comentabas algo en tu post anterior.
Lo malo es que durante años usarla como guia me daba un poco de que se yo. No era un método suficientemente cartesiano y por lo tanto no me daba seguridad.
Uno de los tios que mas me ayudo a confiar en la intuicion como elemento de bastante peso a la hoira de tomar decisiones fué mi antiguo jefe (el ultimo; un tipo, por cierto, con sentido de la palabra y bastante señor).
A sus 42 años este buen hombre ha desarrollado su pequeña PYME industrial (que tiene muuucho mérito) y me ha copnfesado que la intuicion (pesada y medida, calculo) ha estado detras de la mayor parte de las decisiones que ha tomado a la hora de explorar caminos.
Este hombre tambien ha sido el que me hizo confiar en mis intuiciones cuando le comenté que queria desplegar las alas y volar solito. Me tranquilizo mucho.
En fin, de nuevo uso tu cuaderno para contar mi pelicula, pero ya sé que tu me dejas y aprovecho.
Sobre la otra intuicion, la mas "esotérica", esta tambien me hace flipar, y mucho. Ya me gustaria esbozar posibles explicaciones a la misma, ya, y que se alejarian de comceptos magicos. Pero eso es otra pelicula.
Por cierto, tengo dos preguntas para usted, señoria, porque parece que anadas fuerte en antropologia.
1-Te has leido al Marvin Harris? (creo que se llama asi)
-Que te parece eso que comenta del materialismo cultural?
En fin, cuanto trabajo te doy. Un saludo, guapisima.
PD: Cuando tenga tiempo y bases para comentarte como quiero que evolucione lo de la empresita (mañana mismo empiezo a preparar el ataque al mercado, que se preparen!!!) hablaré contigo con pelos y señales. Eso sera dentro de bastante tiempo, tal vez muuucho, pero estoy seguro de que, como sigas escribiendo asi de bien y mostrandote en tus pensamientos (muchos posts son realmente sutiles), sé que seguire leyéndote.
Un abrazo
hola, Asier, que sepas que sí creo en la intuición o instinto humano, Tou lo ha dicho.
ResponderEliminarLos tíos también lo tienen, pero con permiso, mi limitada experiencia me hace pensar que nosotras algunas cosas -algunas- las vemos antes y a distancia. Pocas cosas, seguro, pero como bastante significativas. También digo que está bastante devaluada la intuíción y el instinto, en todos, en nosotras -que tenemos más, como creo, pero me puedo equivocar- se nota más.
Pero me encantaría que me rebatieras.
Sé que "a nivel empresarial" como comentas la intuición es muy importante, y los grandes empresarios son aparte de buenos gestores personas con intuición.
Marvin Harris el del mono desnudo? Lo leí hace mucho, pero tengo el libro ... todavía. Lo releo y te cuento.
Y quiero proponerte una cosa. Te escribo.
Y me voy a dormir ya. Mi intuición me dice que mañana no va a ver quien me despierte.
La intuición...
ResponderEliminarPoco más para aportar, simplemente comentar que cada vez que he hecho un cambio importante en mi vida: cambiar de ciudad, de estado civil, de sector, lo he hecho sin pensar y es de las cosas que no me han salido mal del todo. Esto me da qué pensar.
Si somos animales racionales y luego va y resulta que cuando le damos vueltas a las cosas acabamos por marearlas...¿qué somos realmente?; si luego decisiones muy importantes para nuestras vidas las tomamos en base al brillo de un reflejo, al sonido de una canción casual o a la apertura de una simple sonrisa...
Misterios de la naturaleza humana.
De un tiempo a esta parte mi intuición me lleva a acercarme a seres humanos menores de 10 años o mayores de 70.
El cuerpo me pide hablar con los que no mienten,por no haber aprendido todavía o por haberlo olvidado, al no tener nada que perder.
...
Cosas de la intuición, supongo.
A veces te lleva por los caminos más divertidos.
Será el instinto.
O el convencimiento de la brevedad impuesta.
¿Qui lo sai?
¡¡¡Bienvenido Driver!!!! ya te he leído el pirateo que has practicado por ahí.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo, cuando tomo decisiones rápidas acierto más. Y si los niños quieren hablar contigo es muy buena señal ¿no? Y los ancianos. Bueno, los ancianos en general quieren hablar los pobres, se les hace poco caso.
Pienso quizás que el problema es qué guía a veces las decisiones rápidas. Porque puede no ser la intuición siempre y hay que tener cuidado.
Hoy en día creo que lo más complicado es diferenciar la intuición real de lo que querrías o quieres, de los deseos.
Vivimos en una sociedad de deseos y es bastante fácil sustituir la intuición -que te dice lo que las cosas son- por el wishful thinking o pensamiento ilusorio que hace estragos: lo que te gustaría que fuera. Tema de otra entrada creo.
Yo también pienso que la intuición no es exclusiva de la mujer; aunque no dudo de que por lo general son ellas más intuitivas que nosotros. Yo recuerdo perfectamente como era mi madre quien sabía olerse mis problemas personales, aunque mi padre me conocía también perfectamente.
ResponderEliminarY completamente de acuerdo en eso de dejar que la mujer funcione con lo que "viene de fábrica" y evitar creaciones artificiales, porque hemos creado una esclavitud de lo políticamente correcto que agota.