Soy una perra pero no soy tonta y me doy cuenta de que algo pasa.
Sucede siempre por estas fechas donde a mí no me sobra el pelo, sino que me viene muy bien. Mucho más este año, dónde va a parar, venir con el abrigo incorporado, chincha rabiña que ni Elena Benarroch puede hacer un abrigo como el que yo llevo y de natural. A mi plin las nieves y los hielos.
Al grano, Olimpia, que te pierdes o te vas por las ramas.
Digo eso, que algo pasa.
Más tiempo en la cocina, más llamadas de teléfono (mi ama hace rica a Vodafone y Telefónica, a ver si entiende que Skype es la solución), un poco más de estres ese de los que cocinan, que para nosotros los perros significa más despistes y nuevas oportunidades para pillar algo rico, gracias, guapa que no te enteras y ya he salido de la cocina con un hueso que no has visto.
Las casas cambian, colocan a veces árboles dentro. Me meé y marqué uno -soy hembra pero marco sin parar, no entiendo tanto revuelo por esta costumbre- también me comí un par de galletas deliciosas que colgaban de otro. No se me puede sacar a ninguna parte, dijo Ella.
Respiro más ternura, más nostalgia y el Gran Creador -no Padre mío, sólo Ellos pueden llamarle así- insufla un poco de buena voluntad en algunas almas humanas que se dejan hacer.
Como nosotros, los animales, nos dejamos hacer bastante bien, una ventaja que tenemos, otras no. Huérfanos estamos desde que nacemos, pero nuestra inconsciencia no es tal, sino descansar en el dador de vida, el Gran Creador al que nos sometemos sin saberlo.
A veces hace falta saber poco.
Ser perra tiene muchas ventajas en esta vida, para qué nos vamos a engañar. Este tiempo de alegría humana, llena de niños, de algunas lágrimas por quienes no están, y de los roces y desencuentros que nunca faltan entre los humanos, es, pese a todo, tiempo de cariño, también para nosotros.
Javier y Carmen corren hoy por El Boalo y yo sé que los cuatro tupper que acaba de cerrar mi ama contienen una sopa donde metió un animal vivo con pinzas grandotas, quise comérmelo pero ni de broma me dejaron. Nos turnarmos, un día aquí y el otro allá, las casas son de todos, y abiertas siempre están a todos.
Creador de la vida, que no Redentor mío, nada tendría que celebrar por tu nacimiento.
Nosotros los perros no necesitamos salvación alguna, estamos contigo desde el principio, no hay que unir nada roto. Pero me alegro por Ellos, por mi ama en concreto. Tan perdidos a veces, tan sólos, tan malos, tan buenos a veces, tan pequeños todos. Tan limitados.
Gran Creador, bienvenido seas a nuestra tierra.
Es la de Ellos pero también la de nosotros, animales, limitadas ánimas también pero nunca caídas, barro de la tierra en el que Tú quisiste poner un soplo de vida. Dador de vida. De toda vida. Bienvenido a nuestra vida terrenal.
Joé! Por fin.
ResponderEliminarnada, guapisima, que te escribo para desearte momentos muy agradables e intensos.
Eso solo porque creo que eres de las de la raza que se lo merecen, que conste, que si no nà de nà.
Un abrazo sincero y muchisimo cuidado con las burbujas.
Un beso
Hedbanna no-tan-pastoril, besos a Olimpia.
ResponderEliminarCocina bien y comeoslo todo.
Gracias.
Abrígate.
Gracias guapos, lo mismos para ambos.
ResponderEliminarAsier, cuidadín con las burbujas, yo es que soy más de tintorro.
Pepa, hedbana, ya te dije que quedas emplazada a venir a Madrid, y que nos los malos no te den la vara hoy.
Ya está, ya acabé la sopa, vamos a ver luego si les gusta.
Y lo de mañana ya lo tengo todo hecho. Necesito una siesta.
Máster... que esta noche tenga mucha Luz en tu casa. Seguro que así será.
ResponderEliminarUna Paz y un Luz lo inundó todo, una secreta dulzura se posó sobre todas las cosas, sobre la vida humana también... nos ha nacido UN NIÑO. Que su LUZ de calor en nuestro camino, hasta el fin de nuestros días.
Con cariño... Feliz Navidad a todos los que por aquí, hacéis corrillo.
Y nada de cuidado con las burbujas... que suban... que suban...
Desde las nubes que Master permite que veamos todos los días, y ya subido a las burbujas varias que me rodean, os deseo a pepa, suso, ana, modestino, sunsi, asier, jose mª, driver, toi, jose a.,... y a todos los que por aquí entrais, y a Master por supuesto, una Feliz Navidad.
ResponderEliminarDesde Códoba besos y abrazos para todos.
¡¡¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!!!!
ResponderEliminarComo decía una tía abuela de Jesús , la tía Felisa (e.p.d.), hay perros que tienen más suerte que algunos humanos. Madre mía esta Olimpia. Menudo raciocinio. La dueña, por lo visto, está cocinando. Y ha adoranado la casa para el evento. Ya se ve que Olimpia está en su salsa, a ver qué pilla estos días, que hay más comida que nunca.
ResponderEliminarMáster, amiga, hoy estás también junto al pesebre de mi casa. Y cuando te dé un vuelco al corazón, es que suenan villancicos que pone Carlos a todo pasto... que es fan de estas fiestas. FELIZ NAVIDAD, guapa. Doy gracias a Dios porque en 2008 conocí a Aurora.
Besos especiales y sonoros para esta Nochebuena
Muy felices y tranquilas fiestas para todos -especialmente para la autora- desde otro pueblecito de la sierra madrileña.
ResponderEliminarHe mirado unas cuantas entradas de tu blog y me ha gustado mucho. Mucho ánimo :)
(Cuando ana me dijo el nombre del blog me acordé de un libro que leí hace no mucho, la "Guía del Observador de Nubes", del británico Gavin Pretor-Pinney, en Editorial Salamandra, te gustará).
Saludos.
Mi querida Olimpia:
ResponderEliminarEsta mañana hablé con tu dueña y la felicité. Perdona pero no me acordé de tí.
Pero...
Te tengo reservada una sorpresa:
¡Va por tí, guapa!
EL RODWAILER NOCTAMBULO.
Aunque llevo una vida perra, no la cambio por nada.
Cuando nací era una bola de pelo. Los ojos y el hocico eran tres gotas húmedas. Lo demás, pelo.
Mi destino siempre estuvo unido al de los humanos. Unos tipos interesantes.
Cuando se levantan por la mañana se dan besitos y desayunan encaramados a unos extraños objetos que llaman sillas.
Luego dicen que se van a trabajar, y en vez de correr libres por la pradera, se introducen en una especie de lata con ruedas que llaman coches. No saben lo que se pierden. La pradera es más chachi. Chachi piruli, que dicen ellos.
Siempre está muy ocupados, y en vez de ladrar, hablan por unos aparatos llenos de botoncitos, sin ver la cara de su interlocutor. No lo entiendo.
Cuando llegan por la noche, dicen que están muy cansados. Incomprensible. Ni han perseguido gatos, ni han enterrado huesos, ni se han mordido a dentelladas entre ellos. ¿Sabrán ellos lo que es estar cansados?. Angelitos.
Y lo más curioso es que se pasan las horas muertas mirando un mueble lleno de colorines y de voces. Aprietan más botones. Los colorines y las voces cambian. Pero su cara de aburrimiento no. ¿Por qué lo harán?
También está lo de hacer pipí. Se encierran en una habitación con la puerta cerrada, y allí lo hacen. ¿Cómo marcan su territorio?. No les entiendo.
Los domingos se reúnen en un gran edificio y rezan juntos. Leen libros sagrados y se concentran hacia dentro para hablar con el JEFE. Eso es lo único que me parece normal. Lo hacen poco. Una o dos veces por semana. Pensaba que eran más listos.
…
Mi destino está unido al de ellos. Vivo en su casa. Me alimentan. Dejan que sus hijos jueguen conmigo y hasta me ponen nombre.
Pero yo soy un auténtico perro Rodwailer, con una reputación que mantener, unas tradiciones que conservar. Un destino en mi vida perruna. Obro en consecuencia.
…
Cuando todos los humanos duermen, yo me dedico a hacer lo que más me gusta.
Salgo al jardín, tomo carrerilla, salto la valla de colores. De una tacada. ¡Plas!.
Y corro. Corro libre.
El JEFE me regaló la vida. Y con ella una serie de accesorios.
Me regaló la fortaleza. Con ella desarrollo la potencia y el dominio sobre las piruetas.
Me dio también la alegría. Esto me ayuda a poner caras graciosas y a correr destornillándome de las circunstancias.
El sentido del humor nunca está de más. Cuando vienen mal dadas, lo saco y arreglo el día. Gracias JEFE.
También soy tozudo y emprendedor. Esto viene bien cuando las tareas son arduas.
En mi cadena de ADN, está grabado mi sentido de la familia. Cada vez que tengo una camada, la protejo y alimento con un empeño febril. Pero no me cuesta trabajo. Ningún trabajo.
Soy un rodwailer noctámbulo, y me gusta correr de noche.
Veo tranquilamente, a paso perruno, todo lo que el Creador nos ha regalado.
La Luna. El reflejo de las luciérnagas en la laguna. El canto del búho.
El recorrido de las nubes cuando el viento las arrastra.
Lo que más me gusta observar son las estrellas.
Son muchas. Bellas y lejanas. Inalcanzables y poderosas.
Hacen vibrar las cuerdas de mi corazón perruno.
…
Cada vez que corro por las noches, cada vez que miro las estrellas que nos han regalado, cada día que le doy gracias al Creador… Es un día más que soy feliz.
…
Luego, por la mañana, los humanos miran el brillo de mis ojos y se preguntan el porqué de mi alegría.
Yo trato de enseñarlos algo de lo que siento. Pero son un poco cerraditos.
Estos humanos se están perdiendo lo mejor de la fiesta.
No saben rezar todos los días.
Deberían de empezar a correr por las noches. Perseguir estrellas.
…
Aunque llevo una vida perra, no la cambio por nada.
Por nada.
Atentamente. Driver.
Feliz Navidad!!!!!! Un gran abrazo
ResponderEliminarFeliz Navidad y toda la paz y la alegría necesarias.
ResponderEliminarUn abrazo.
las personas que disfrutan de un perro, incluso las que tienen en usufructo la casa de sus gatos, que consienten que los acompañemos, saben perfectamente que se dicen muchas tonterías sobre la pretendida irracionalidad de los animales.
ResponderEliminarLeyendo a Gerry Durrel llegas facilmente al convencimiento contrario.
Son misteriosos, listos, miran, se relacionan, toman decisiones, y normalmente nos cuidan, sin sueldo, solo con que les arrasquemos detrás de la oreja están pagaos.
Ya está aquí la Noche de las noches, paréntesis maravilloso. Ojalá el año siga con una magia parecida.
Gracias a todos.
ResponderEliminarJavier, si eres amigo de Ana, vienes de buena parte. Conozco el libro pero no lo he leído, aunque lo regalé. ¿Eres vecino de esta parte de la sierra o del otro lado de la A6?
Driver, el rodweiler es estilo Olimpia, aunque los rodweiler me dan miedo. Espero que tu noche y tu celebración de hoy estuviera bien.
Yoyoyo ¿eres una persona que conocí el sábado pasado? Creo que sí...
Toi, siempre es un placer tenerte por aquí. Me encanta Durrell, estupendo naturalista y tipo muy divertido.Los gatos me gustan también.
Estoy agotada, pero hacía tan bueno que hemos comido en el jardín, una gozada.
Sí, del otro lado de la A6, de Galapagar concretamente.
ResponderEliminarY de verdad que venir de parte de Ana es venir de buena -muy buena- parte, ya lo creo.
Saludos desde aquí (y también de mi gatito Piti).
Gatos, me encantan, me hacen gracia... Me gustaba la parte tuya de la sierra, pero pensé que era más fría, miré por El Escorial de hecho, el domingo pasado fui a cocinar con mi madre a una casa rural que hay ya casi en Santa María de la Alameda, "El espíritu del bosque" una gozada: aprendimos a hacer roscón, polvorones,mazapán, turrón.
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