Sé que el sufrimiento forma parte de nuestra vida, para aceptarlo no hace falta ser cristiano, sólo hay que abrir los ojos y no ser un ingenuo que se cree ese mundo de felicidad perpetua, sea el de Zapatero o de otros muchos adalides de la cosa "light", incolora e indolora.
Son innumerables los sufrimientos del ser humano: la enfermedad, la muerte, que no te quieran o sentirlo así, pasar apuros económicos o, peor, hambre, sed, verdadera necesidad, sufrir la injusticia, la violencia, la guerra, tener que salir de tu país, en fin, una lista interminable.
Porque no somos animales nuestros sufrimientos adquieren una gran diversidad y plasticidad. No es sólo que nos nos hagan daño en lo físico, es que nuestra alma es más compleja y se la puede herir también de muchas formas.
Es cierto que hoy hay un evidente escapismo ante el sufrimiento. Para no sufrir se elimina la causa, se la quiere quitar de nuestra vista, a veces incluso con explicaciones de compasión. Sería tema de otra entrada.
Minimizar el sufrimiento, eliminar algunos, creo que es bueno: ahí está desde la aspirina hasta el ser buen vecino y enterarte de si puedes echar una mano a alguien, y esos son dos ejemplos tontos.
Pero también creo que hay que aceptar que antes o después nos llevamos nuestra ración de sufrimientos: nos vamos a morir y lo van a hacer las personas que queremos, vamos a sufrir reveses económicos, somos libres y los demás también, vamos a causarnos aún sin querer dolor alguna vez. Y eso, de los sufrimientos simples y sencillos que nos tocan seguro.
Hay mucho de objetivo en algunos sufrimientos -se sufre por la muerte de una persona querida, también por la falta de trabajo, un amor no correspondido, etc.- pero también hay un componente subjetivo que en algún caso borra, por así decirlo, la causa original -la materia real- del sufrimiento.
Creo que hoy en día, junto al afán por eliminar el sufrimiento que conlleva muchs injusticias, hay otro fenómeno que merece atención y es lo "sofísticados" y tontos que pueden ser los sufrimientos en el mundo occidental, desarrollado.
El afán por la apariencia física, por la imagen, produce mucho sufrimiento, más que nada porque pese a todos los avances de la cosmética, siempre habrá una mujer más guapa y más joven que una.
Las mujeres hoy no es que tengan que estar agradables, de acuerdo a su edad, es que tienen que arrasar . El cúmulo de normas sobre cuerpo, cara y apariencia es tal que ríete tú de la ley mosaica: fuente increible de sufrimiento para muchas jóvenes -muchas con unos complejos de horror- y para algunas mujeres más mayores que entran en una carrera que nunca van a ganar.
El sufrimiento no es porque adelgazar o someterse a una operación de estética "duela": es por ese comezón interior para ser otra, por no ser de una determinada manera que, además, es imposible.
Más sufrimientos tontos: eres lo que tienes. Hay que tener más para ser alguien o alguien más importante. Y esto se mete en cuanto te descuides. Con otra fuente de sufrimiento bestial que es la envidia: el pecado más improductivo que hay, consume al que la padece.
Creo que parte del capitalismo -y eso que soy partidaria del libre mercado- se basa en que la gente quiera tener más cosas, y fundamentalmente las del vecino o las que le dice la televisión.
Es una fuente de sufrimiento permanente porque siempre hay alguien que tiene algo que tú no tienes. Pero además se entra una dinámica donde la compra no produce satisfacción ni placer ya, se necesita luego otra cosa y luego otra, es agotador.
¿Se sufre? Por supuesto, lo que se quiere tapar con compras o posesiones es el sentimiento de soledad y de falta de amor. Suena raro, pero es así. Yo lo he visto en algunas personas.
Y luego hay muchos más sufrimientos tontos.
Hacerse mala sangre por constatar una vez más que uno es limitado y ha metido la pata, también que no hace todo lo que podría hacer o que hace las cosas regular. Esto a veces destroza a muchas personas. El perfeccionismo es fuente de sufrimiento, suele producir personas muy nerviosas aunque tengan apariencia de calma. Puede ser un perfeccionismo laboral, familiar y hasta espiritual, los hay de muchos tipos.
O más: estar todo el día tomándoselo todo a la tremenda, viendo todos los defectos de los demás, sus fallos, y no sus cosas buenas, estar a la que salta, corrigiendo al personal de modo permanente. O, más allá, señalando todo lo malo que hay en el mundo, que es cierto, pero también hay mucho bien y de vez en cuando conviene recordarlo.
Estos dos últimos tipos de sufrimiento -el perfeccionismo o el tipo exacerbado de conciencia crítica de la humanidad o de tu familia- pienso yo que son muy inútiles y que, además, quitan la paz propia y ajena.
Soberbia la entrada...
ResponderEliminarNo puedo estar mas de acuerdo contigo .El sufrimiento, siempre va a formar parte de nuestro vivir diario, lo aceptemos o no ...
El secreto de estar en paz con el, es saber sortearlo con dignidad, intentar llevarlo de la mano cariñosamente, para que no nos cause un dolor tan grande, que nos llene de amargura el corazon ...
Gracias Marter,por compartir tus sentimientos ...
Yo también pienso que tu escrito de hoy es magnífico: redondo. Y tremendamente aleccionador y positivo: me has ayudado mucho, amiga.
ResponderEliminarYo observo frecuentemente como la gente nos rebelamos ante los sufrimientos lógicos de la vida, nos negamos a plantearnos los futuros y nos inventamos nuevos.
Y tal vez sea la soledad uno de los más frecuentes y no solamente por el hecho material de vivir solo, sino por estar sólo con tus problemas y no buscar la ayuda ajena.
Buenos días a los 2, yo debería en este momento estar sufriendo trabajando... pero me escapo al blog: mal, mal, muy mal. Ja ja...
ResponderEliminarSois de las 2 alegrías de la huerta que tengo aquí, hay más ¿eh?
Maripaz sabe lo importante de la paz y que lo que hace perderla no es bueno.
Modestino, iba a intervenir en tus tapas porque es que me encanta que te encante comer: es señal de que estás vivo. Sí, nos inventamos sufrimientos, rememoramos los pasados...(que ya pasaron) y "traemos" al presente lo que todavía no ha sucedido ... en vez de disfrutar el hoy como viene.
Y si eres mujer, ni te lo imaginas, Modestino, la capacidad de machacarse que tienen algunas mujeres muy buenas: hice, no hice, tendría que, debería. O ese estar todo el día a la que salta con el marido o con quien sea: joer, qué pesados podemos ser...
La vida agradable, a uno mismo también, en la medida de lo posible... para hacérsela a los demás, también.
"Y si eres mujer, ni te lo imaginas, Modestino, la capacidad de machacarse que tienen algunas mujeres muy buenas: hice, no hice, tendría que, debería. O ese estar todo el día a la que salta con el marido o con quien sea: joer, qué pesados podemos ser..."
ResponderEliminar¡Menos mal que lo afirmas tú!...lo decimos los de otra tribu y se arma
Aunque también haylos de hombres. Y no pocos.
Buena entrada.
Buena parte de esos sufrimientos sobre lo pasado de los que hablas tiene apellido: rencor ... a veces nos cuesta mucho olvidar.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, Modestino, el rencor es malo.
ResponderEliminarPero pienso también que hay veces que no es un tema de rencor. Es de justicia. Y de verdad. La verdad es muy importante.
A ver si un día nos conocemos y te cuento una historia personal, familiar, sobre justicia y verdad, tú que estás en el gremio lo entenderás.
Tomando tapas, con Patricia y su marido, os invito a casa. Sé que sois los 3 estómagos agradecidos: me encanta dar de comer a gente que come bien.
¿Qué voy a opinar yo que tú no hayas dicho ya? Un sombrero para descubrirme.
ResponderEliminarLas mujeres... las reinas del "fíjate y me pasa esto... y si hubiera... pero no y ahora, ya ves..." Carne de cañón para este estilo de sufrimientos inventados.
El rencor del que habla Modestino tiene su base en la realidad, ¿no?
No sé si pensarás lo mismo.Pero hay temas que mejor olvidar porque llevan irremediablemente al rencor; otros que no se les puede dar carpetazo... hay que solucionarlos primero para que puedan descansar en paz. No todo es aquí paz y después gloria. Solución: el compost que ya patentaste un buen día en tu blog.
A sus pies, Máster
Sunsita, que voy mejor en power point, eres un hacha!!!!
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