sábado, 22 de noviembre de 2008
"La mujer", ese tema. 1) Casi mejor que no
Hace 13 años estuve en una conferencia de Pekín convocada por Naciones Unidas. Sobre "la mujer" era. Así, en general y sin aditivos: "la mujer", un tema por sí mismo, a lo bestia. El cachondeo de mi familia fue monumental, lo sé.
Aprendí que las conferencias internacionales no sirven para casi nada y que las entidades no gubernamentales y sus foros paralelos en su mayoría son unos guirigays impresionantes. Todo una pérdida de tiempo en el mejor de los casos, la verdad.
Pero además, desde entonces recelo de todo lo que tenga que ver con estudios de género, con "la mujer", o "las mujeres", venga de donde venga.
Al final tanto desde el punto de vista llamémosle "progre", como desde la reacción conservadora o no conservadora, me suele espantar cualquier tipo de "posición". No creo que haga falta una "posición" sobre este "tema", que tampoco es un tema, creo que con sentido común basta.
Y sé que por h o por b, al final se ha hecho un discurso cursi en el que converge gente diversa por cuestión de corrección política. Un discurso que sirve para perder tiempo y habitualmente dinero del contribuyente, de las empresas también.
Para mí la mujer o las mujeres no somos un tema de conversación internacional, ni nacional. Prefiero mil veces ser un tema de conversación en el bar: creo que nos sale más barato, pero creo sobre todo que es más sano y desde luego más honrado.
No somos "alguien" para que nos hagan un ministerio. Ni cuotas. No creo en nada de esto. Y lo peor es que tampoco creo en lo contrario: en la defensa o reacción por algunas personas muy bien intencionadas que tachan a todo el feminismo de perverso y buscan esencialismos que no me acaban de convencer.
No creo en que en esencia seamos mejores ni peores. Sé que tenemos cierto cableado distinto, físico y de cabeza. Esto, que es de 1º de básica, se olvida o niega hoy con resultados sorprendentes: a la igualdad por la tontería. Si ellos van a un streptease, vayamos nosotras a un boys. Eso entre otras estupideces a las que me niego por simple sentido común y del ridículo también.
A la vez sé que hay personas, mujeres y hombres, que pueden o no ser sensibles, listos, capaces o no de poner un enchufe, hacerte una marmitako, estar con niños o entretenerlos, resolver una ecuación o lidiar con el fontanero, dirigir una empresa o acoger a los demás. No va por sexos esto.
La mujer, el hombre, dos sexos distintos, solo eso, cierto. Cada cual, hombre o mujer, es un mundo, con sus habilidades, sus emociones, sus capacidades o sus sentimientos.
ResponderEliminarLa percepción de la vida puede ser diferente según seas hombre o mujer, por lo del cableado, pero también lo es por ser andaluz/a, madrileño/a o catalán/a.
Una sola diferencia: la capacidad para engendrar un hijo. Hay no hay posibildad de igualarnos.
Máster,perdonarás que me pase por tu casa y que opine.
ResponderEliminarSi, tienes razón.
Somos personas, iguales a otras personas.
No hay una categoría persona-mujer, persona-hombre.
Me PONE que nos coloquen a distancia, por encima, por debajo, nunca en el mismo plano.
Me PONEN mucho más los políticos y las asociaciones y las plataformas y los grupos.
Me PONEN las revistas de mujeres, los programas de mujeres.
Me PONE que ahora se han sacado de la manga estudios varios, a los que llaman "impacto del lenguaje de género" en lo que sea (forring, forring)
Me PONE la demagogia barata, la sensiblería estúpida y falsa.
Me PONE, "la gente como nosotros"
No quiero ser "como" nadie, sólo la mejor persona que pueda ser y, eso, no es una cuestión de sexo ni de género.
Atentamente.
Tengo mis motivos para tener envidia de las mujeres.
ResponderEliminarY esa envidia me hizo escribir una día una canción para ellas.
No me preguntéis el significado.
No sería capaz de explicarlo.
Afortunadamente.
CANCION PARA SIRENAS.
Estoy en un atasco en medio de la M-40 con mi 16 toneladas. Sudo como un condenado. Por alguna razón que ni atisbo a comprender, me acuerdo que en el mundo existen sirenas. Muchas sirenas.
Si eres una mujer, naciste cerca del mar, y alguna vez tuviste 16 años, entenderás lo de las sirenas. Yo, sinceramente, no entiendo nada; porque no soy una mujer, no nací cerca del mar y ni me acuerdo si alguna vez tuve 16 años.
Reptil, ola, medusa y gaviota.
Cuando con tus vaqueros azules, te ponías a tomar el sol en las rocas de alguna cala escondida, tu cuerpo cambiaba termodinámicamente de temperatura interna y externa, las aletas de tus narices se dilataban como las branquias laterales de los lagartos, y tu ritmo cardíaco se atemperaba.
Eras un reptil.
Cuando te bañabas en la mar, esperabas a las tres marías, las tres olas grandes que cada rato venían juntas, y te deslizabas sobre la cresta de la más grande hasta ser depositada en la orilla. Eras una ola.
Al sumergirte a diez brazas, con tus gafas de bucear, y te quedabas flotando entre dos aguas, con un arriba y un abajo relativo y brillante.
Eras una medusa.
Y por fin, al salir del agua, evitabas usar la toalla, y te secabas con los brazos abiertos, sintiendo la brisa y girando para tomar de frente el aire más africano.
Eras la gaviota.
Estaba aquel planeta azul lleno de chicas de 16 años, que después de ser reptil, ola, medusa y gaviota, estaban perfectamente preparadas para dar un salto cualitativo. El siguiente paso era convertirse en sirenas.
Un día se metían en el Mediterráneo azul, y tras escuchar alguna canción de Serrat, descubrían que de cintura para abajo eran peces.
Las reinas podían parir niños con caritas de peces. Ellas lo sabían.
Y tú, en mitad de un atasco en la M-40, ni te lo podías imaginar.
Atentamente: Driver
La mujer, la mujer... La persona me gusta más.
ResponderEliminarCon el rollo de la teoría del género se olvida que el géneroes una categoría gramatical. Que tan género femenino es una silla como una mujer.
Perdón por entrar en un blog que desconocía. Está muy bien.
Gracias Cordobés, Pepa y Driver.
ResponderEliminarA ver que os parece la segunda parte - y hay otra tercera-.
1. totalmente de acuerdo con la diferencia de engendrar... que física es también de cabeza.
ResponderEliminar2. Pepa, me HA ENCANTADO lo que escribes, estoy, como verás, totalmente de acuerdo: forring, forring, es lo que hay...
3. Driver, qué bonito lo de las sirenas. Te voy a mandar una cosa sobre Adán y Eva de Mark Twain que no conoces y te va a encantar. Hay también peces...