miércoles, 1 de octubre de 2008

A la liberación por la Visa 1)


Cuando yo era joven en mi casa ya se compraban las llamadas revistas "femeninas" de moda, belleza, en fin, esas cosas.

No sé si me equivoco, pero la sensación que tengo desde hace unos años es que, o mi capacidad adquisitiva ha bajado mucho, o el contenido de estas revistas se ha situado en una especie de mundo feliz de altísimo consumo no sólo inasequible a la sufrida clase media, sino un pésimo ejemplo y reclamo.




El peso de la publicidad por un lado, y el poco seso quizás de quienes las hacen y de quienes las podemos comprar han empujado hacia unos contenidos redaccionales cada vez más... ¿snobs? ¿tontos? me atreveré a decirlo... ¿inmorales?

En mi opinión el lema parece ser "a la liberación por la Visa": los precios de moda, viajes, cosmética, todo el estilo de vida que promueven, son un verdadero derroche, una vergüenza en el mundo en que vivimos.

Sin embargo, el papel lo soporta todo. Y en estas revistas mucho más.

Con una incoherencia manifiesta convive el reportaje sobre operaciones de estética, el bolso de 3.000 euros, la entrevista "en profundidad" (¿?)con una modelo de 18 años, diez consejos sobre cómo ligar con tu jefe o cómo deshacerte de él (dependiendo del medio en un tono u otro), el viaje a Africa a un campo de refugiados (tienes suerte si no hacen un reportaje de moda allí mismo, capaces son) con la página de solidaridad o ecología con sabios consejos sobre las emisiones de C02 y el consumo responsable. O una página de espiritualidad new age, que también puede ser.

¡Hace falta cara dura!

Lo mismo puede decirse de los magazines de muchos dominicales que se suman al carro de lo lígero, caro y snob en una orientación que me hace temblar. ¿Somos todos más tontos?

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