lunes, 20 de octubre de 2008

Hierba que está para tí...




...no hay (otra) vaca que se la coma.

Me encanta este refrán o dicho indio o hindú, ya no sé bien de dónde procede.

Comprendo que suena budista o fatalista, no sé, quizás poco cristiano, pero el tema de fondo de la confianza en la Providencia o en el destino es el mismo, aunque es cierto que sin Dios todo es mucho más frío y bastante menos divertido, por lo menos para mí.

Este descansar en el presente, que ya el Encargao tiene en sus manos el futuro, es todo lo contrario que muchas veces se predica. Mejor dicho, se predica a menudo esto, pero se vive como si todo dependiera de uno, en una carrera con una escasa tolerancia a la frustración.

Supongo que más allá de la fé, el abandono o la simple pachorra, que también puede ser, hay rasgos del carácter que ayudan. Por jemplo, ayuda la falta de competitividad, también cierto escepticismo (lo que decía Santa Teresa de "Hay más lagrimas derramadas sobre oraciones respondidas que sobre oraciones sin respuesta"). Y por supuesto la falta de constancia o paciencia.

Los deseos, las ilusiones o el entusiasmo siempre están ahí, pero hay una entrega al hoy, mitad actitud curiosa ante la mosca que vuela, mitad mucha tranquilidad, que con mi rabo la espanto: como una vaca.

O sea, una mezcla de dejar la perra chica o gorda para tí, que por eso no vamos a discutir; de intuir que ni Guatemala es tan mala ni Puerto Rico tan Rico; y otra tercera de simple y llana pereza. Ver fluir las cosas, no empeñarse demasiado. Como dice mi hermano a veces lo que hay que hacer es nada, y todo se va encajando.

Al final nada muy elevado en esa paz, todo bastante pedestre y diré que hasta simplemente vacuno.

La idea de que soy como una vaca aparte de risa me proporciona mucha serenidad.

Aquí estoy mirando pasar la vida y disfrutando del paisaje y las alturas. No es individualismo de vaca, pero creo yo que contemplar cada uno su prado, el que nos toca, nos hace vacas más felices.

Qué cansancio estar pendiente de lo que hacen otras vacas en otros prados. A ver si por estar pensando que si la vaca del al lado come o no, si mueve o no mejor el rabo que yo, o envidiando su hierba ... se me escapa este delicioso trebol que lo estoy viendo aquí mismito, mmmmmmmmuuuuuuuuu, perdonen Vdes. es que esto está buenísimo.


De verdad, creo que se pierde mucho tiempo y esfuerzo en seguir cercados ajenos. Y yo quiero estar en una permanente orgía de hierba, pero la mía siempre.

PD: Juro que en mi prado no se fuma marihuana.

3 comentarios:

  1. Ains... cómo necesito de la paciencia... y sí... quiero ser un poco vaca... ufff... !!!

    Necesito ser una vaca!

    ... qué bonito tu post!

    Hoy mi prado ha estado jaleado, ha habido tanto barullo... que he tenido que decirme que bueno... que otro día se conseguirá... que otro día habrá más organización y más horas para poder terminar el día mejor.

    Ahora voy a dedicarme a ser un poco vaca... y a mirar mi prado... un poco descolocado... sí, tal cual es, así, tan jaleado... pero ahora que lo miro cual vaca, estoy viendo que es tan estupendo tener este verde!.

    Gracias por tus ideas pista para saber algo del arte de "nubear".

    Saludos.

    Ana.

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  2. Anita, bonita, estoy segura que tienes unos tréboles dabuten en tu prau, aunque yo tengo el mío me encanta ir a otros prados: si me invitan voy. Y mugimos juntas un poquito.

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  3. Síiiiiiii...
    ...serás siempre bienvenida!

    Ana

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